El coche limpio no es un coche nuevo.

Todos los productos que compramos, nos gusta verlos con un aspecto impecable, limpios, brillantes, incluso que huelan bien. Lamentablemente, a la hora de comprar un coche de segunda mano lo ideal sería poderlo ver antes de realizar su reacondicionamiento.

Un motor sin lavar nos permite observar posibles fugas y pérdidas, pero claro, llevo de polvo o con restos de grasa no resulta atractivo. Es mucho más vendible un motor limpio, que le haga al comprador asombrarse de su estado (exterior claro) y que exclame: » Pero si está nuevo «… a lo que yo suelo responder: » Nuevo no, limpio «.

Que no nos confundan con el brillo, que la manzana más brillante no es la que tiene mejor sabor.

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Saludosenbuenasmanos

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